Esta historia comienza en el pueblo celta, cuya edad de oro se remonta al siglo IV y V a.C, que, guiados por el dios “Thor” (también de la mitología nórdica, como dios de la madera, del trueno, de las cosechas y del clima) llegaban al bosque, talaban y hacían todos sus utensilios; entre ellos barriles para guardar la cerveza evitando así que se congelase.
Cuenta “Plinio el Viejo”, en el libro XIV de su Historia Natural, que cuando estos pueblos invaden la Galia, el dios “Thor”, toma el nombre de “Sucellus”, como rey de los bosques y hacedo, con su magia, de toneles de roble.
Con el tiempo este encantamiento tapizó los vinos, acunándolos en su vientre, convirtiéndolos en los más preciados, por su elegancia y máxima fineza.
Hoy, siguiendo los pasos de aquellos soñadores, nuestros vinos se crían en roble, logrando la máxima fineza, elegancia y expresión del “terroir”.
Raúl de la Mota
Raúl de la Mota, prestigioso Enólogo, (1918-2009), joven inquieto, que en sus años mozos, ya había incursionado en varias actividades como la literatura y la política. Finalmente decidió dedicarse a la enología.
Nombrado pionero de la Enología Científica en Argentina por la Academia de la Vid y el Vino de Italia; fue galardonado con el Premio del “Enólogo del Siglo XX”, por la Asociación Mundial de Periodistas del Vino de Francia, en función de la excelente calidad de sus vinos a lo largo de sus más de 50 años de actividad en Argentina.
Adriana de la Mota
Me formé junto a mi padre, Raúl de la Mota, pionero y gran visionario de la vinificación en la República Argentina.
Heredé de él y de sus enseñanzas el regalo más preciado: el saber lograr de cada vid su mejor expresión.
Para que cada vino sea motivo del verdadero placer, deletiándonos a través de los sentidos.
Mendoza, Argentina
Desde Mendoza, Argentina, hacedores de grandes vinos para todo el mundo.
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Mendoza. Argentina